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¿QUÉ HA PASADO CON LOS “BARRIGAS VERDES”?


Por: Deison Luis Dimas Hoyos – Economista de Sampués Sucre, especialista en Economía Urbana y Regional, investigador, analista de información regional y coleccionista de hechos.


Hace exactamente ocho (8) años publiqué una columna en el periódico local El Meridiano de Sucre titulada “¡Barriga Verde!”, haciendo un llamado a la falta de agua en Sincelejo y aquel famoso remoquete de los “barrigas verdes” endilgados a los sincelejanos por la falta de un sistema de acueducto.

Recordando aquella publicación, mencioné que a finales del siglo XIX el espejo de agua del legendario pozo de Majagual fue útil para saciar la sed de los habitantes de Sincelejo, y que la cualidad principal del pozo era el color verdoso de sus aguas, hecho que fue usado por los pobladores de otras regiones aledañas (en especial la rivalidad deportiva con los Sinuanos) para la burla con el remoquete de barrigas verdes. Unos días después, en el noticiero radial Noticiero de Sucre, emisión de las 6 a.m., una radioyente explicó con lujo de detalles el porqué del apodo barrigas verdes; según la señora “cuando los aguateros sacaban agua del pozo, las canecas se manchaban de verdín, y al tratar de subirlas en los animales (burros, mulas) las camisas quedaban manchadas de verde, de tal forma que al llegar a las poblaciones eran llamados barrigas verdes”.

Esa es la tesis más cercana al remoquete, aunque desde Córdoba me llegaban otras hipótesis y realidades. Una fue por una antigua camiseta del equipo de beisbol de Sucre con una botella verde. Por otra parte, una gran amiga en el DANE, Liliana Ávila, me recalcó que a los Purisimeros (del municipio de Purísima, Córdoba) también se les dice barrigas verdes, por ser los productores y consumidores de las tradicionales galletas de limón.


Muchos apodos en el mundo nacen de la burla, la rivalidad o del mismo cariño. Hoy en día sabemos que los sincelejanos no son los únicos “barrigas verdes” en el mundo. A la falta de agua que hay en muchas poblaciones, el remoquete barriga verde es usual en muchos países. En las lejanas tierras ibéricas, en la región de Murcia, se escucha decir que los Cartageneros –Mediterráneos– por motivos de rivalidad, les endilgan el apodo de barrigas verdes a los habitantes de la Huerta de Murcia, debido a que estos comen muchas verduras.

Lo mismo ocurre con los habitantes de León en Guanajuato, los famosos panzas verdes, apodo que se remontan a los procesos artesanales para curtir el cuero, a los orígenes del equipo de fútbol León en 1944 y a los vendedores de lechuga en la antigua de Estación de Ferrocarril.

En San Juan de la Maguana, Republica Dominicana, se celebra el Carnaval Barriga Verde, cuya trascendencia histórica se remonta al carnaval rural cimarrón en honor a la herencia de los esclavos negros alzados en la región sur dominicana. Se cuenta por eso lares, que barriga verde era la raza blanca sanjuanera que ante el uso irreverente de las camisas abiertas relucía en la blancura de sus barrigas el verde de sus venas.

Y en ese trasegar de búsqueda, un “barriga verde” muy especial fue José Silvent y su espectáculo de títeres en las lejanas tierras gallegas (Galicia, España). A Silvent, se le atribuye ser el precursor del teatro de marionetas de los años 30’s, siendo el títere de nombre barriga verde el contrapunto del franquismo español y de otras estructuras impuestas socialmente. Gracias a ese títere, a Silvent también se le apodó barriga verde.


A sabiendas de que los sincelejanos no son los únicos “barrigas verdes” en el mundo, la pregunta a colación es ¿Qué ha pasado con el problema del agua en Sincelejo?


El tema del agua en Sincelejo

Una ciudad capital sin disponibilidad de agua padece de varios males, entre ellos que es poco competitiva y sus habitantes viven en peores condiciones de vida. Uno de los grandes problemas del atraso histórico Sincelejo se resumen en esta problemática, y el resultado es que es poco competitiva, no atrae grandes inversiones y sus habitantes no tienen un buen nivel de vida.

Según los datos del Censo 2018 (DANE), el 30% de la ciudad vive en pobreza multidimensional, 28,1% en la cabecera municipal y 51,7% en los centros poblados y zonas rurales.

En materia de privaciones, el 8,4% de los hogares en la ciudad tiene privaciones para acceder a fuentes de agua mejorada, 3,5% en la cabecera y 54% en los centros poblados y zonas rurales. En cuanto a coberturas de acueducto, el 91% de las viviendas de la ciudad tiene acceso a acueducto, cifras que difieren entre las zonas urbanas y rurales: 96% en la zona urbana, 41% en los centros poblados y solo 31% en las zonas rurales.

Si aún Sincelejo no tiene en pleno la cobertura de servicio agua, mucho menos, el tan anhelado sueño de tener agua las 24 horas del día. Luego del fracaso de los Planes Departamentales de Agua (PDA) y la plata mal invertida en los estudios para viabilizar la creación del Acueducto Regional de la Sabana, la esperanza se ha centrado en los últimos años en el plan 90/24: Continuidad del agua 24 horas para el 90% de la población.

El plan 90/24 fue firmado en 2013 y al corte de hoy el indicador de continuidad del servicio de agua según las cifras del Sistema de Único de Información de la Superintendencia de Servicios, evidencian lo siguiente: pasó de ser evaluado como insuficiente a comienzos de la década (5 horas por día en promedio del mes) a suficiente en el tiempo reciente (22 horas al día en promedio del mes). Veámoslo en este gráfico:


Fuente: SUI- Superservicios. Elaboración propia.

A pesar de las mejoras en las cifras de continuidad, vale la pena decir que el Plan 90/24 comenzó con serias dificultades al inicio, lo que incidió en el atraso de las obras, afectando su cumplimiento a cabalidad y en las fechas prometidas (era para terminar en 2018). Al corte de hoy, aunque con avances en la cobertura, todavía los 194 barrios a los cuales se les prometió el agua las 24 horas no ven cumplida tal promesa, los más grandes avances recientes son el piloto de llenado del retrasado tanque de almacenamiento de la Pollita II y la entrega de la segunda línea de aducción de plan del pozo San Jorge.

Según el más reciente plan de desarrollo de la ciudad “Unidos transformamos más 2020-2023”, la prestación del servicio de acueducto “según lo establecido en el Plan 90/24 (servicio en términos de continuidad durante 24 horas en el 90% de la población), será garantizada con la terminación de las 4 obras del plan 90/24: Tanque La Pollita 2, Pozo 50, Línea San Jorge (aducción y conducción)”. Si estas obras culminan en este 2020, estará en manos de la sociedad civil verificar el cumplimiento de todas las promesas a las cuales se les han invertido más de 100 mil millones de pesos, plata que debe ser auditada por los entes de control en aras de la transparencia.

Ahora bien, aunque es un avance lo logrado hasta ahora ¿Qué pasa con las zonas rurales de la ciudad? esa misma excluida del plan 90/24, esa misma que nutre de agua y alimento a las zonas urbanas, esa misma que necesita de vías y agua para mejorar su calidad de vida. La cobertura de acueducto es muy baja y la solución no puede ser paliativas, llevando solo carrotanques.

El expresidente Juan Manuel Santos en su visita a Sincelejo el día 8 de septiembre de 2012 anunció: “Se van a desaparecer los ‘barriga verde’ en Sincelejo”, a propósito de los 70 mil millones de pesos que se invertirían en aquél entonces en la construcción del acueducto para la ciudad. Bueno, por el historial de gestión, el crecimiento de invasiones sin ningún control y orden urbano, y la gran disparidad urbano – rural, el resultado es que habrá barrigas verdes pa’ rato.

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