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LA POLÍTICA UNA EXPRESIÓN DE LA ECONOMÍA - SUCRE PARTE 1


Por: Stiven Vitola Zambrano - Economista, Magister en Administración de Empresas, Docente Universitario.

Thomas Kuhn describe como una “crisis paradigmática”, la situación que se da cuando un paradigma que ha sido dominante durante mucho tiempo comienza a ser cuestionado. En Sucre un caso de posible crisis paradigmática es el concepto propagado y generalizado, que considera que los problemas del departamento son políticos, con lo que trata de ocultarse la verdadera razón de los males; con este paradigma se niega que la política es la expresión concentrada de la economía, la cual condiciona las relaciones sociales y es en este sentido que se debe hacer una lectura diagnóstica de la postración de Sucre y no al revés. Si comparamos a un médico en su oficio, sabemos que, al diagnosticar una enfermedad formulará medicinas con base a ese conocimiento, si se equivocó en el diagnostico no podrá curar al enfermo; en el caso del departamento, se debe hacer un buen diagnóstico, la situación política se debe considerar como una consecuencia de las estructuras económicas y desde aquí se deben considerar las soluciones.

Marx dice, a lo largo de la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su propia voluntad, mantienen relaciones de producción que se corresponden con determinado grado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva una superestructura jurídica y política, y a la que corresponden determinadas formas de la conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona, en general, el proceso social, político y espiritual de la vida.

Esto explica que las sociedades no cambian porque algún pensador o filósofo plantee una idea o porque lo haga una organización social nueva, sino porque cambian las condiciones de producción material de esa sociedad, gracias a la dinámica misma de las fuerzas productivas se dan innovaciones tecnológicas, lo que obliga a unas nuevas relaciones de producción, pero al no poder desarrollarse estas nuevas relaciones por cuanto las reaccionarias clases dominantes se oponen, entonces surgen las contradicciones que generan enfrentamientos por el malestar social imperante. Ante esto, el establecimiento difunde ideas cuyo objetivo es ocultar las causas que generan la problemática, pero al final surge la “crisis paradigmática”. En la medida en que se van desarrollando nuevos medios de producción se van creando estructuras económicas distintas que terminan remplazando las anteriores.

A cada infraestructura económica le corresponde una superestructura que se pone al servicio de quienes dominan en las sociedades, así las ideas imperantes de una época siempre han sido las ideas de la clase dominante. "Esto es ideología”, precisamente: la justificación del orden social por medio de las leyes y las instituciones que sostienen el poder de la clase dominante, ellas hacen parte del discurso ideológico, aquel que no concuerda con la realidad, sino que es una visión sesgada a la medida de los intereses de las clases en el poder, este discurso se expresa en la religión, el arte, la filosofía, la moral y demás formas de la conciencia.

Un ejemplo de lo anterior es que en la transición del feudalismo al capitalismo se forjó todo un cambio en la sociedad y el Estado; en el inicio de este proceso la burguesía fue catalputada con el descubrimiento de América, la circunnavegación de África y la colonización, ya que esto supuso la ampliación de los mercados y la disponibilidad de más materia prima. Así se disgregó lo que quedaba del sistema feudal; la artesanía feudal no era suficiente para producir todo lo que era necesario, por lo que surgieron los talleres de manufactura. En el modelo de producción artesano la división del trabajo se producía por gremios. En los nuevos talleres la división del trabajo se encontraba dentro del propio taller que aglutinaba labores de distintos gremios. Finalmente, los talleres de manufactura tampoco fueron suficientes para satisfacer la demanda. Las máquinas de vapor incrementaron la producción industrial propiciando nuevamente un gran cambio. Con la Revolución Industrial, en lugar de la clase media industrial aparecieron los grandes industriales capitalistas, millonarios y patrones de ejércitos de trabajadores.

Con las nuevas formas de producción la burguesía reclamó espacios en la vida pública y política; influyeron en el cambio de la monarquía hacia formas más democráticas para administrar el poder, con esto comenzaron a cuestionar el papel de la religión como autoridad, a justificar que la toma de decisión se debían realizar a partir de la razón y no de la fe; en ese sentido teóricos como Rousseau y John Locke, le dieron fuerza a la ideología naciente a través de ideas como las del Contrato Social y la Separación del Estado y la religión, en pro de un Estado laico. El nuevo enfoque comenzó a reclamar más espacios en la nueva institucionalidad del Estado, por ejemplo, educación universal y la separación de las ramas del poder público, esto último concebido para el establecimiento de formas democráticas dónde la burguesía tuviera mayores garantías; fueron conquistas de esta clase, en esos momentos revolucionaria. Ya en el poder, con el capitalismo en Europa, la ideología dominante del siglo XIX fue la que impuso la burguesía, pero el capitalismo tomó diversas formas a nivel mundial, este mantuvo relaciones de producción feudal en muchas de sus colonias combinadas con relaciones de producción capitalistas, porque le convenía, era la mejor manera de saquear recursos naturales, de proveerse de materias primas y de tener mercado para sus productos.

Los procesos de independencia en América se produjeron en cadena durante el siglo XIX, la descolonización en Asia y África para el siglo XX, el fenómeno tuvo un carácter mundial. Algunas potencias imperialistas apoyaban procesos independentistas contra las potencias que le competían, para luego subyugar territorios por la vía del chantaje económico y político; nacía el semicolonialismo y el neocolonialismo. En este orden de ideas cabe preguntarse ¿Qué tipo de relaciones de producción es predominante en Colombia? ¿Cómo podemos caracterizar a nuestro país? ¿La burguesía fue capaz de desarrollar el capitalismo en Colombia? ¿En qué grado de desarrollo se encuentra el capitalismo en Colombia? ¿Qué clases mantienen el poder en nuestro país y particularmente en el departamento de Sucre?

Antes de responder estas preguntas se debe aclarar que existen tres (3) condiciones para que se de la forma altamente productiva, necesarias para generar acumulación de capital: la primera es la existencia de un empresario con suficiente capital como para tener empleados, que permitan la especialización del trabajo (condiciones necesaria para el mejoramiento de habilidades) y el uso de una tecnología que aumente la productividad de estos trabajadores en pro de una mayor generación de riquezas, todo lo demás son formas precapitalista de producción menos avanzadas evidentes en Sucre y Colombia, por ejemplo, la producción a medias de agricultura y ganadería donde las cosechan se reparten pero no hay un salario si no un pago en especie, o las condiciones de autoempleo o trabajo autónomo que según Confecámaras, en un estudio de diciembre de 2018, muestra que “entre 2013 y 2017 se crearon 1.075.908 empresas y se quebraron 1.011.613, el 94 %. De 1.532.290 empresas formales que hay en Colombia, el 63 % solo emplea a quien la creó y 66 de cada 100 se quiebra en el término de 5 años.” (Valencia, 2019).

En ese mismo sentido en Sucre el 92% de las empresas tienen menos de 10 empleados y en el caso de Sincelejo, la ciudad ostenta el deshonroso primer puesto en explotación de trabajo infantil en Colombia, y quedó en el puesto 20 de 23, en el índice privado de competitividad para el año 2019 bajando un puesto con referencia al año pasado y sólo superando a Riohacha, Florencia y Quibdó (Rojas, 2019). Estas formas de producción precapitalistas con presencia general de trabajo autónomo e islas de producción empresarial no se ven en los países desarrollados, donde la isla es el trabajo autónomo y lo normal es la producción empresarial. Lo anterior denotan ideologías predominantes, estructuras políticas y jurídicas que no corresponden a formas avanzadas del capitalismo.

Retomando la historia, encontramos el pasaje de Bolívar conservador deteniendo los avances liberales de Santander, este trató de crear un Estado laico, fomentó la educación pública y a su vez, fue el primero en empezar a desmontar la estructura fiscal de la colonia al eliminar los impuestos de alcabala y los derechos de explotación; si bien se mantuvo el monopolio existente sobre el cultivo del tabaco, se promovió su exportación, así como la de café y algodón, y en menor medida la del resto de productos agrícolas del país. Todas estas ideas liberales fueron condenadas en los gobiernos posteriores; gobiernos bolivarianos conservadores, que respondían a formas de producción precapitalistas, semifeudales o del corte colonial de la época.

Hoy en día son tres (3) condiciones económicas que nos impone el modelo de desarrollo y las políticas del país; en Sucre se evidencian crudamente:

Empecemos por el neoliberalismo. La globalización y las transnacionales: el retroceso de la economía colombiana en los años noventa es resultado de la aplicación de medidas de apertura económica desmedida y del modelo neoliberal. La apertura económica se fundamentó en la ventaja comparativa, con simple equivocado corolario de la Ley de Say (Toda oferta tiene su demanda). Se dio por sentado que la reducción de la demanda generada por las importaciones se compensaría por la demanda con creces en otras. No obstante, las cosas resultaron distintas por completo. Ciertamente, la apertura provocó un cambio en la estructura productiva hacia las actividades de ventajas comparativas conformadas por bienes primarios y productos industriales rudimentarios que se elaboran en todo el país y en todos los países. Con todo, tales actividades carecen de demanda interna y externa son comodities y son elásticos, los precios bajos tienden a determinar la demanda. De este modo, las actividades desplazadas por las importaciones resultaron mucho mayores que las creadas por el cambio de estructura. El crecimiento económico descendió, el desempleo aumentó y el déficit de la balanza de pago se elevó en forma sistemática (Sarmiento,2002).


En una década, en Colombia se dejó de producir en un millón de hectáreas agrícolas, la participación industrial disminuyo del 22% al 13%, este comportamiento envío a la informalidad a miles de colombianos; la informalidad es consecuencia del modelo de desarrollo e igualmente la destrucción del aparato productivo, lo que se traduce en un retroceso del poco desarrollo capitalista en este país. Es decir que al disminuir el trabajo asalariado y al marginar más trabajo autónomo, caemos en retroceso capitalista y en disminución del mercado interno y de la demanda efectiva necesaria para estimular la producción. Hay que recordar que los tratados comerciales como el TLC son exigencias de empresas trasnacionales a otras naciones para poder colocar sus excedentes de oferta en otros países, sobre todo en países dependientes como el nuestro. El modelo neoliberal colombiano fue una exigencia de las multinacionales a través del consenso de Washington.

La segunda condición económica que determina atraso en Colombia y por tanto en departamentos como el nuestro, es la que impone la mafia en nuestro país, esta a través de su economía subterránea no desarrollan capitalismo, no desarrolla las fuerzas productivas sino por el contrario, crea violencia, anarquía, relaciones de servilismo, impone una administración de saqueo de dinero rápido. Un caso que ejemplifica, el más popular, fue el de un narcotraficante de nuestro país quien manifestó que era más rentable tener una alcaldía que el negocio de las drogas.

La tercera condición económica que nos impone la política son las formaciones precapitalistas, semifeudales (producción a media) y de trabajo autónomo que anteriormente explicamos y que especifiqué al decir que el 63% de las empresas en Colombia son de trabajo autónomo según COMFECAMARAS, y que en Sucre repito las microempresas constituyen el 92%.

En conclusión, no existe en el departamento un capitalismo que exija una institucionalidad a favor del desarrollo, las manifestaciones de corrupción y políticas publicas de atraso son mas que un reflejo de las exigencias pueriles de una estructura económica atrasada y como residuo de una ideología dominante.

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¿Vigilantes de parques o frentes de seguridad urbanos?

Sincelejo se vuelve nuevamente tendencia nacional, no precisamente por ser ejemplo en estrategias de desarrollo territorial y generación de oportunidades. Una de las razones de esta notoriedad negativa es la reciente decisión de la alcaldía de Sincelejo de contratar una empresa de vigilancia privada por un valor cercano a los 25 mil millones de pesos para "vigilancia y seguridad de los bienes y espacios a cargo de la alcaldía". Los videos e imágenes difundidos por la alcaldía y sus medios aliados muestran un grupo de exmilitares armados junto a motocicletas de alto cilindraje, lo que los hace parecer un grupo antimotines o agentes del GAULA con sus trajes y chalecos negros. Según el alcalde, esta medida busca mejorar la percepción de seguridad y funcionar como una red de apoyo para la Policía Nacional. Sin embargo, el hecho de que estén armados, se desplacen en motos por la ciudad y sean llamados “frentes de seguridad” por el propio alcalde, genera inquietudes sobre las verda