Por: Carlos Pérez Domínguez
“Un hombre negro flaco arruinado sesentón lleva una camiseta con la cara de
Obama muy grande en blanco y negro.
–Así que le gusta
lo que hizo Obama.
–¿A mí? ¿Por qué?
–Digo, por la camiseta.
–Ah, sí, me la dieron y la uso.
El hombre tiene pocos dientes, la mirada apagada, su plato en las dos
manos, pocas ganas de hablar.
–¿Pero le gusta?
–Es una cara que me gusta.
–A eso voy, ¿Por qué?
–Porque siempre está sonriente, igual que yo.
–¿Y ahora lo va a votar?
–No, para qué. Yo estoy igual que antes de que fuera presidente. Todo está
igual que antes.”
La escena descrita es un fragmento del libro “El Hambre” del escritor
argentino Martín Caparrós. Y la traigo a colación por la coyuntura
político-electoral que atraviesa Colombia.
Me llamó poderosamente la atención la respuesta que el “hombre negro flaco arruinado sesentón” le entrega al periodista
argentino cuando éste le pregunta si votará a favor de la reelección de Barack
Obama en Estados Unidos. El entrevistado no acude a teorías sofisticadas ni a
un análisis pomposo, simplemente apela al sentido común. A la hora de
justificar su respuesta, revisa su realidad personal y a partir de ahí toma una
decisión: “No, para qué. Yo estoy igual
que antes de que fuera presidente”.
Pienso que en medio de la polarización que atraviesa el país y del grado
tan alto de desinformación que ha rodeado este proceso electoral, elegir por
quien votar a la luz de la propia experiencia puede ser un buen mecanismo para
despejar dudas y consolidar certezas.
Está claro que en Colombia la figura de la reelección no existe, pero sí hay
candidatos que han mostrado simpatía por el actual gobierno y otros que se
perfilan como una opción de cambio, es ahí donde la pregunta ¿Estoy mejor,
igual o peor, que hace cuatro años? Puede servir para tomar una decisión el
próximo 29 de mayo.
Adenda: Felicitaciones al periodista chalanero, Dómar Gutiérrez Alandete, quien
fue homenajeado durante la entrega de los XXVIII Premios de Periodismo Mariscal
Sucre. Gutiérrez lleva más de 35 años de vida periodística en Sucre y la
región.
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