Por: Stiven Vitola Zambrano – Economista, Magister en Administración de Empresas, Docente Universitario.
Las crisis económicas son recurrentes y
hasta necesarias para la reproducción del capitalismo, por lo que existen
medidas que permiten tomar un adecuado rumbo económico del país; sin embargo,
la actual crisis creada por el coronavirus tiene consecuencias más severas
debido a la cuarentena decretada a finales de marzo pasado, cuando
prácticamente se le prohibió a la gente producir y generar consumo, es decir se
dejaron de generar ingresos y disminuyó el consumo y el ahorro. Para las crisis
normalmente se utilizan políticas monetarias y fiscales expansivas, es decir se
bajan los impuestos, aumenta el gasto público y disminuyen las tasas de
interés; no obstante, para esta crisis ha sido ineficiente la disminución de
las tasas de interés, debido a que bajaron las ventas y los ingresos, lo que no
genera garantías para ofertar créditos. Por otra parte, a pesar de que el
déficit fiscal para el año 2020 fue elevado, han sido insipientes las cuantías
causadas en pensiones básicas y apoyo a empresas, pero como apostilla la falta
de ingresos del gobierno para seguir con sus programas, lo ha arrinconado a
generar una reforma tributaria; esta necesidad de ingresos llevó a que se
formulara una reforma que profundiza las desigualdades sociales, que
disminuirían el consumo toda vez que es un contrasentido en principios
económicos, teorías y predicciones para lidiar con la crisis.
TRES (3) RAZONES POR LA QUE SE
PLANTEÓ ESTA REFORMA.
El Modelo Económico: Durante las dos (2) últimas décadas se han
realizado más de 12 reformas tributarias que han mantenido el mismo corolario,
al profundizar un modelo neoliberal destinado a generar condiciones fértiles
para las ganancias de capital del país y aumentar el impuesto a la clase media
a través de los salarios y el consumo; estas reformas denotan un aumento de la
desigualdad ya profunda de Colombia toda vez por ejemplo, que el impuesto a la
renta de capital es del 4% y el de un asalariado es cuatro (4) veces mayor; eso
explica por qué la declaración de renta de Álvaro Uribe Vélez, cuando casi
todos sus ingreso los coloca como renta de capital y le va bastante bien. Él
tuvo ingresos de $1.673.000.000 de pesos en el 2018, de ello declaró que sólo
el 18% eran rentas laborales gravables; el 82% restante lo registró como renta
exenta, deducciones e ingresos no constitutivos de renta. Al final pagó por
impuesto de renta el 4,9% del total de sus ingresos y no el 27% como le tocaría
si no organizara los ingresos de esa forma.
La reforma actual mantenía el mismo
modelo donde no se pueden tocar estos “huevos de oro”, de este modo en el
primer trimestre del 2020, Bancolombia tuvo utilidades de $543.000 millones, un
alza de 61,5%, mientas el mundo entero está en crisis con pobreza galopante, la
pobreza del país llegó al 42,5% y Sincelejo se convirtió en la segunda ciudad
donde el 11% de sus habitantes comen al menos una (1) comida al día.
La Corrupción y la Evasión: La reforma es necesaria porque no se combate la corrupción; de manera coloquial se puede decir que “si se roban los recursos no alcanzan”, la clase media y los asalariados del país son el estipendio de la ineficiencia del estado. Desde 1991 hasta 2017 han sido condenados por corrupción un total de 679 políticos, donde 443 corresponde únicamente a los alcaldes, quienes llegaron todos por elección popular. Comenzamos con Reficar. Se estima que el robo a la Refinería de Cartagena rondaría los $5 billones. La Contraloría General encontró 35 hallazgos fiscales. En Saludcoop, unos de los mayores robos al sector salud del país, se perdieron cerca de $1,4 billones. Otro caso tan sonado como indignante fue el bautizado como “el cartel de la hemofilia”. Fueron $86 mil millones los usados en los departamentos de Bolívar, Caquetá y Córdoba, como pagos de tratamientos no POS. Hasta ahí todo normal; sin embargo, se descubrió que dichos tratamientos no eran necesarios pues los pacientes resultaron falsos.
Con Interbolsa, $300 mil millones que pertenecían a inversionistas de Interbolsa y del Fondo Premium se perdieron. El Carrusel de Contratación de Bogotá le costó $2,2 billones a los capitalinos. En 2019, dos (2) directivos de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas fueron acusados de desviar recursos de la universidad pública para beneficios personales. Al parecer $11 mil millones de pesos de la Universidad fueron utilizados para beneficio personal. Por estos hechos, la Fiscalía les imputó los cargos de peculado por apropiación, falsedad en documento y concierto para delinquir.
Los Ambuila fueron el hazmerreír de las redes sociales por la extravagante vida que se daban producto de actos de corrupción en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian. Omar Ambuila dejaba ingresar mercancía de contrabando a cambio de fuertes sumas de dinero. Los lujos desmedidos y las excentricidades de su hija, que no pudieron justificar, fueron la clave.
En 2018, la Procuraduría General de la
Nación descubrió un nuevo escándalo de corrupción en Córdoba. Con el “Cartel
del Sida” se habrían cobrado tratamientos para la enfermedad del sida
por parte de pacientes inexistentes o incluso muertos. Según cálculos de la
Procuraduría, el desfalco de recursos públicos estaría por el orden de $210 mil
millones de pesos. Con el “Cartel de la Toga” fue
capturado el Jefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía; Luis Gustavo
Moreno. El Fiscal anticorrupción es acusado, junto a un abogado llamado
Leonardo Pinilla, de pedirle dinero al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons
a cambio de desviar indagaciones en su contra por posible malversación de
recursos por más de $10 mil millones.
En cuanto a la evasión, según
el fondo monetario internacional, el 10% de la riqueza colombiana se encuentra
en paraísos fiscales. Según cálculos de Global Financial Integrity, se muestra
que Colombia pierde unos USD 2.800 millones por cuenta de facturación comercial
fraudulenta, el mismo monto que se requiere para el programa “Ingreso
Solidario”.
Pandemia: La pandemia disminuyó las ventas en un 27% en
micronegocios a nivel nacional, 104.300 micronegocios cerraron; los datos del
DANE muestran caídas en abril y mayo del 16% en la producción del 2020,
mientras que veníamos creciendo a tasas del 3% anual. La situación más
dramática se da en el empleo porque cayeron la producción industrial, la
construcción, los hidrocarburos y eso se refleja directamente en la
empleabilidad. Se perdieron más de siete (7) millones de empleos en dos (2)
meses, la mitad de ellos porque las empresas no están produciendo, y la otra
mitad porque la gente, desilusionada, ha dejado de buscarlos, lo que ha
precipitado aún más la crisis.
ALTERNATIVAS PARA SOLUCIONAR LA
CRISIS.
Es innegable la necesidad de un ajuste
fiscal, la reforma presentada por Carrasquilla pretendía recoger $23 billones
de pesos, por lo que una propuesta alterna de recaudar ese monto es eliminar
las gabelas que se les dio al sector empresarial en la reforma tributaria de
2019, que según la ANDI se le daría al gobierno por recursos de $22,9 millones
discriminados así: (i) Devolución del ICA: $5,2
billones; (ii) aplazar reducción de tarifa de renta a
empresas: $6,2 billones; (iii) impuesto al patrimonio: $1
billón; (iv) IVA al consumo de lujo, control al gasto y la
evasión: $3 billones; (v) aplazar devolución del IVA por
compra de bienes de capital: $6 billones; (vi) eliminar los
tres (3) días sin IVA: 1,5 billones de pesos.
Por otra parte, es inaudito la compra
de aviones de guerra teniendo en cuenta la coyuntura económica y fiscal del
país, con esto se ahorrarían $14 billones de pesos más; considero que es mejor
emular la ambiciosa política de reconstrucción de infraestructura e
industrialización del Plan de Empleo de Biden, que se financiará con USD 2
billones en los próximos 15 años, así: (i) Un incremento de
los impuestos corporativos hasta llegar a 28%; (ii) Un
impuesto global a las compañías estadounidenses localizadas en el extranjero,
calculado país por país, para impedir la fuga hacia paraísos fiscales. (iii) Alentar
a otros países para que impongan impuestos mínimos de 21% a las corporaciones,
para que no haya una carrera a la baja. (iv) Evitar que sus
empresas puedan reclamar un paraíso fiscal como su residencia. (v) Eliminar
exenciones tributarias a empresas petroleras. Al plan se suma la idea de que el
1% más rico pague un 35% adicional en impuestos.
Ahora, Colombia todavía tiene otras
herramientas poco discutidas como el retorno de las reservas internacionales, y
por otra parte Colombia debe presionar para que el Fondo Monetario Internacional
(FMI) ejerza el mecanismo de emisión de
dinero de emergencia, llamado Derechos Especiales de Giro (DEG) que ha sido
utilizado en otras crisis como la del 2009, y que frente a este panorama y ante
la incertidumbre del acceso a las vacunas que permitan una recuperación
equitativa; los países del G20 y movimientos sociales a nivel global han hecho
un llamado a realizar nuevamente una emisión de DEG. En las reuniones de
primavera del FMI –que acaban de finalizar– se avanzó en esta idea, con la
posibilidad de configurar una emisión por USD 650.000 millones, de los cuales
unos USD 51.500 millones llegarían a América Latina. Estos recursos constituyen
una emisión nueva de dinero que no son préstamos y no son reembolsables. El
costo es significativamente inferior al de un crédito regular y serviría como
recursos frescos para mitigar la crisis económica y social. No obstante, se
necesita una mayor incidencia por parte de los movimientos sociales para que
estos recursos no se queden en reservas internacionales, sino que puedan ser
sumados a los presupuestos de los países para atender sus necesidades más
urgentes.
Por último, se debe
contemplar la realización de un crédito del Banco de la República considerando
que, contrario a lo que se piensa que genera inflación, eso pasa solo en
tiempos normales de la economía o en emisiones constantes pero en una crisis es
diferente; en realidad es un mecanismo poderoso para la reactivación económica
debido que el dinero saldrá del Banco de la República directamente a gasto público
de la Nación, por lo que el aumento del déficit fiscal ocasionaría una
ampliación de la demanda efectiva, se demandarían más bienes y servicios, los
créditos aumentarían para satisfacer la demanda, y la inversión aumentaría e
igualaría el ahorro. Con el tiempo la emisión de dinero disminuye y desaparece
cuando se recupera la anterior igualdad, con un mayor nivel de ingresos. El
riesgo de que baje la tasa de interés y que salgan los capitales se
contrarresta con una política monetaria orientada a mantener la tasa de
interés.
COLETILLA
En
Sucre además de la reforma tributaria, nos ponen una tasa (en sí es un
impuesto) a la seguridad que en sí misma es una afrenta al bolsillo de sus
habitantes; considero que esto lo tenían pensando para realizar en tiempos
normales y la están haciendo ahora desconociendo la nueva realidad de la
pandemia. Esto me recuerda una anécdota cuando estaba aprendiendo a bailar
merengue, me enseñaron a bailar hacia adelante y hacia atrás y hacia la
derecha, pero cuando llegue a la fiesta invité a la chica más bonita del baile
y bailando ella empezó a bailar a la izquierda, comencé a improvisar y la pise
y no pude completar la canción. Dios permita que estas medidas sin tener en
cuenta la pandemia, no agudicen las demandas justificables de luchas
ciudadanas.
Mi hermano, excelentes análisis y reflexiones...así como propuesta solídas.. si yo fuese presidente lo llamaría de una para plantear adaptaciones a esta crisis...
ResponderEliminarLas medidas de Biden, parecen claves ..y en la correcta dirección...saludis