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¿CÓMO REACTIVAMOS ECONÓMICAMENTE EL DEPARTAMENTO DE SUCRE?


Por:       Carlos A. Bustamante F., Ingeniero Civil, MSs.
              Mario Vergara P., Egresado Facultad de Derecho CECAR.


Se nos ha vuelto una mala tribuna figurar en los registros y datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), y decimos mala porque las cifras para la ciudad de Sincelejo y en general el Departamento de Sucre no son nada alentadoras desde hace mucho tiempo; por ejemplo, en cuanto a tasa de desempleo se refiere, es sólo mirar cómo se incrementa la misma según informe marzo – mayo de 2020 hasta el 25,60% ocupando un lamentable octavo lugar dentro de las ciudades en nuestro país. No es menos desalentador el desempleo en la población joven (14 a 28 años), la cual registra 38,70%.

En Sincelejo ya se venían presentando problemas serios de empleo, y si bien esto no es novedad, los números son alarmantes; según el DANE la cantidad de desocupados en la capital del departamento sufrió una variación del 85,40% respecto al periodo febrero – abril de 2019 y hoy ha aumentado a 28.000 desocupados (segunda ciudad con mayor variación), y el impacto del coronavirus en el empleo se aprecia hasta en la informalidad que según datos oficiales se ubica en la preocupante cifra de 67,50% para la ciudad capital, y que podría ser mayor como acontece con los demás municipios del Departamento de Sucre, donde se encuentran tasas de informalidad cercanas al 90% (DANE), y datos como el ingreso per cápita y la línea de pobreza que son impactantes.


Grandes retos tienen las alcaldías y la Gobernación de Sucre en este componente, pues las limitaciones y las carencias en oportunidades se deben mitigar y ojalá solucionar para enfrentar la situación actual, toda vez que las consecuencias económicas asociadas al desempleo, la precariedad y las condiciones de la informalidad irán socavando el campo fiscal y el crecimiento de nuestras ciudades, afectando la economía, las inversiones en obras públicas y proyectos sociales, así como el consumo de nuestras familias y la adquisición de bienes, aspectos en los que ya estamos golpeados y que se reflejan con resultados pobres como los mostrados en la Encuesta de Calidad de Vida del DANE, el crecimiento irrisorio del PIB departamental (2%) y la misma participación del Departamento de Sucre en el PIB nacional que no alcanza el 1%.

Y bueno, no sobra indicar que, según el Índice Departamental de Competitividad del año 2019, Sucre ocupa el puesto 23 de 33 entidades territoriales, el peor del caribe después de La Guajira, destacándose lo mal que estamos en el mercado laboral y en la  formación laboral.                                                                                                                    Puntaje general y puntuación en el IDC 2019. Ver gráfica derecha

¿Será el desempleo y la informalidad los mayores problemas en Sucre?

Pues en Sincelejo existe un gran porcentaje de familias que depende de la informalidad, en su mayoría causada por la recepción de desplazados por el conflicto armado, aunado a la falta de oportunidades laborales, la falta de industrias y empresas que generen empleo formal; y por último, la falta de cobertura en educación superior también ha causado que muchos jóvenes utilicen “la informalidad como proyecto de vida”.

Ahora, con ocasión de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria y económica a causa de la COVID-19, hasta la informalidad laboral se ha visto afectada y el empleo formal trastornado, poniendo en jaque la seguridad alimentaria y económica de la mayoría de las familias sucreñas, luego ¿qué políticas de reactivación económica se deben implementar en el departamento teniendo en cuenta la alta tasa de informalidad y desempleo, así como los efectos de la COVID-19?

Lo primero que debemos tener claro es que necesitamos dirigentes con capacidad institucional, capaces de diseñar e implementar un plan de acción integral, el cual debe estar orientado a fortalecer el emprendimiento y la generación de empleos formales; por ejemplo, a través de políticas públicas centradas en proyectos agroindustriales, que demanden realizar inversiones en las vías de segundo y tercer orden.

La apuesta por la construcción y mantenimiento de las vías antes mencionadas, de tal manera que se garantice la organización y conexión del campo sucreño, permitiría mayor accesibilidad y dinamismo al mercado del sur y oriente del departamento, en donde hay municipios que tienen un grado de importancia económica bajo (DANE) pero con gran potencial agrícola. Paralelamente, se debe formalizar al campo acompañado de cooperativismo y asociatividad, así como de extensionismo rural para capacitar a nuestros conciudadanos; de igual forma, se fortalecería el acceso al territorio permitiendo desarrollar el turismo en los municipios, actualmente mermado por la escasa accesibilidad.

Por último, como decía el gran escritor y profesor estadounidense, Napoleón Hill “cada adversidad, cada fracaso, cada angustia, lleva consigo la semilla de un beneficio igual o mayor”, así que no podemos perder la esperanza de cambiar y construir un departamento competitivo afrontando los principales retos de disminuir la informalidad, reactivar el campo y abrirnos a la agroindustria.


Comentarios

  1. Si bien sabemos q la ciudad se maneja por bienes políticos en donde ellos son siempre los beneficiados de todo, ya es hora q todos los ciudadanos empecemos a tener más conciencia y estar más unidos.. En un escrito del gran Homero dice ''llevadera es la labor Cúando entre todos compartimos la fatiga''

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